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Trabaja con un consejero antes de una cirugía de reducción de peso

La cirugía para reducción de peso cambia la anatomía y la biología corporal de tal manera que sea posible perder peso. Sin embargo, el resultado a largo plazo de la cirugía bariátrica de muchas maneras depende menos de esos cambios que de la conducta y estilo de vida de la persona.

En preparación para la cirugía, la persona trabaja con un consejero especializado en ayudar con la cirugía para reducción de peso. Ese consejero puede identificar y evaluar los factores de riesgo que dificultarían realizar los cambios necesarios en el estilo de vida para perder peso y no recuperarlo a la larga.

En la mayoría de casos, las sesiones previas a la cirugía incluyen perder peso. De hecho, muchas compañías de seguro médico actualmente requieren que el paciente participe en un programa médico para perder peso antes de autorizar el pago de la cirugía bariátrica.

En muchas personas, la dificultad para controlar el peso es resultado de actividades o hábitos de alimentación problemáticos, como saltar comidas o ingerir refrigerios por la noche. Trabajar con un consejero permite cambiar los hábitos alimentarios, disminuir la ingesta por emotivos emocionales, autocontrolar los patrones de alimentación y actividad, así como encontrar formas de permanecer motivado para realizar cambios sanos en el estilo de vida.

Las sesiones de consejería antes de la cirugía bariátrica pueden realizarse de forma individual o como parte de un grupo que se prepara conjuntamente para la operación. Muchas personas consideran muy útiles las sesiones grupales porque les brinda la oportunidad de conectarse con otros que enfrentan circunstancias similares y compartir ideas.

Las investigaciones revelan que cerca de 70 a 80 por ciento de quienes se someten a la cirugía bariátrica logran perder peso y mantenerse así cinco años después de la operación de derivación gástrica, pero el estrés y las ocupaciones de la vida a veces pueden hacer difícil perder peso a largo plazo. A medida que transcurre el tiempo, uno puede notar que vuelve a adoptar hábitos no muy sanos de alimentación y estilo de vida. Por ello, mantenerse en contacto con los proveedores de atención médica después de la operación, o buscar ayuda cuando uno empieza a notar que revierte a los viejos hábitos, puede ayudar a reorientar los esfuerzos y mantener la salud.

Muchas personas consideran sumamente útil trabajar con un consejero antes y después de la cirugía bariátrica. Consulte a su proveedor de atención médica qué alternativas de consejería recomienda en su caso, porque atravesar por ese proceso puede ofrecerle un medio excelente de crear el ambiente propicio para lograr perder peso.

Fuente: atusaludenlinea.com