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6 señales de que tienes un intestino perforado

Cuando alguien tiene una combinación de síndrome de intestino irritable, fibromialgia, alergias o problemas del estado de ánimo, es muy probable que pueda haber un desequilibrio intestinal, como un intestino perforado y/o un intestino permeable, entre otros desequilibrios.

¿Por qué nuestros intestinos se perforan?

Debido a los antibióticos, las dietas bajas en fibra y tóxicos en los alimentos procesados, para empezar. Como resultado, las bacterias beneficiosas en el tracto digestivo mueren y las bacterias “no tan buenas” se multiplican, lo que nos predispone al aumento de peso, la infección y la enfermedad crónica.

Presta especial atención a las siguientes señales que significan que podrías tener tu intestino perforado o estar sufriendo algún desequilibrio en tus intestinos.

Algunas veces, estos síntomas son más evidentes en algunas personas que en otras, y algunas veces les pasa de largo a ciertas personas lo síntomas, sólo se enteran cuando ya, este desequilibrio, está empezando a enviar foco rojo por medio de otros padecimientos o enfermedades crónicas, sin embargo, si ves, aunque sea ligeramente algunas de estas señales, no dejes de ir con el especialista a una revisión.

1. Estás deprimido o ansioso

El intestino es también llamado el “segundo cerebro“. Más del 80% de la serotonina en el cuerpo se hace en nuestro intestino. También hay neuronas ahí que “hablan” con las bacterias.

El intestino es tan importante para el estado de ánimo, la memoria y la concentración, que en el futuro, los psiquiatras tendrán que concentrarse en el intestino tanto como el cerebro de los planes de tratamiento.

2. Has desarrollado alergias a los alimentos

Los intestinos son el principal foco del sistema inmunológico, que es donde se realizan el 70% de nuestros anticuerpos que combaten los alimentos y otros alérgenos.

Nuestro revestimiento del intestino se supone que nos protege de las toxinas y alérgenos alimentarios, pero cuando se ve comprometido, estas toxinas entran en la sangre. (Esto también se piensa que es una razón a la intolerancia al gluten y la enfermedad celíaca.)

3. Tienes dolor de articulaciones

¿Sufres de dedos rígidos y dolorosos? ¿Tienes dolores de rodillas? ¿Dolor crónico en la espalda? A menudo atribuimos estos males a un efecto desafortunado del envejecimiento.

Es artritis, decimos, resignadadamente también. Pero ¿y si el dolor en nuestras articulaciones fue causado por un desequilibrio en otra parte del cuerpo; en el intestino por ejemplo?

Un artículo reciente en la revista The Atlantic, revisó varios estudios que revelan los vínculos entre los microbios en el intestino y otras enfermedades como la artritis reumatoide (AR). El reumatólogo José Scher, encontró que las personas con AR, tenían niveles más altos de un cierto tipo de bacteria en los intestinos que las personas sin AR lo que provoca el intestino perforado o permeable.

Esta conexión no es sólo entre el intestino y la artritis, es una conexión que se puede encontrar entre el intestino y cualquier tipo de inflamación en el cuerpo.

4. Padeces inflamación crónica y el síndrome del intestino irritable

Esta es la forma más común en que la gente reconoce un problema intestinal. Una vez más, esta es la respuesta de nuestro cuerpo a un desequilibrio entre las bacterias beneficiosas y las tóxicas.

Se piensa que el sistema nervioso del intestino es más sensible en pacientes con síndrome de intestino irritable.

5. Estás ganando peso

La obesidad y el aumento de peso corporal están siendo considerados como problemas de inflamación. La teoría es la siguiente: si comes azúcar y alimentos procesados, las buenas bacterias en tu intestino se sustituyen por bacterias inflamatorias productoras de toxinas.

Esto es apoyado por el hecho de que la reducción de la inflamación en general
puede mitigar el aumento de peso.

6. Tienes asma crónica y/o alergias estacionales

Las tasas de asma se consideran a ser mayor en las sociedades occidentales, como Estados Unidos y Europa. Y ni se diga de las alergias estacionales.

Una teoría es que esto está ocurriendo en parte debido a nuestra dieta moderna y las prácticas médicas están provocando una disminución de la población microbiana en nuestros intestinos.

Esta “hipótesis de la higiene”, también puede explicar por qué los niños criados en entornos ricos en microbios que crecen con animales domésticos, en las granjas, o asisten a la guardería, tienen menos riesgo de enfermedades alergias.

Bien, ahora ya sabes los signos, pero ¿qué debes hacer?

Esto se está investigando en la actualidad, y todavía hay mucho que aprender en este campo emergente. Pero lo que sí sabemos es que una dieta sana y sin procesar es conveniente. Revisa la siguiente lista de lo que deberás integrar y evitar si padeces este desequilibrio intestinal.

  • Evita los lácteos ya que estos promueven que las bacterias malas se multipliquen y eso empeora el cuadro.
  • Evita comer azúcar en cualquier presentación. El azúcar es el alimento preferido de las bacterias malas en el intestino.
  • Evita también los edulcorantes artificiales (que pueden matar a las bacterias del intestino).
  • Evitar el MSG (Glutamato monosódico) – alimentos con conservantes y aditivos.
    Evita bebidas irritantes como las gaseosas y jugos azucarados, tés, café y chocolate.
  • Comer alimentos enteros sin procesar es esencial. Usa granos integrales de arroz, trigo, cebada, centeno, avena, etc.
  • Aunque es preferible que evites los granos que contengan gluten, aunque sean enteros. El gluten está ligado a desequilibrios en el intestino precisamente como el intestino perforado. Opta mejor por los granos como el arroz y la avena (libre de gluten), trigo sarraceno y otros. Revisa nuestro artículo 9 granos sin gluten llenos de nutrientes.
  • Obviamente integra más fibra natural que está presente en los vegetales verdes y crudos y las frutas.
  • Tomar el agua necesaria para mantener tu cuerpo bien hidratado. Revisa nuestro artículo: 5 maneras de tomar suficiente agua durante el día.
  • Por último, el crecimiento de una flora saludable a través de probióticos y prebióticos naturales, han mostrado “curar” el intestino.

Todo esto debes hacerlo en conjunto con la asesoría y el cuidado de un especialista en este tipo de problemáticas y que lo sepa abordar de maneras naturales y sin estresar más el intestino con medicamentos fuertes que resulten contraproducentes para tu intestino.

Fuente: lavidalucida.com