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Identifican un receptor capaz de impedir el aumento de peso

Un grupo de investigadores del Gladstone Institutes han comprobado que disminuir los niveles de Neurotrofina P75, un receptor que interviene tanto en el crecimiento como en la supervivencia neuronal, podría evitar la obesidad.

Para llegar a esta conclusión, los científicos eliminaron el Neurotrofina P75 en ratones alimentados con una dieta alta en grasas, y transcurridas algunas semanas observaron que el mencionado receptor intervino en la regulación de los procesos metabólicos que controlan el peso corporal e incluso impidió el aumento de peso.

Al comparar estos primeros resultados con los de un grupo de ratones normales que siguieron la misma dieta, se encontraron con que éstos últimos comenzaron a padecer obesidad, registraron un aumento en los niveles de insulina, tenían grandes células de grasa y desarrollaron síntomas propios de la enfermedad conocida como hígado graso.

Gasto de energía mayor

Los especialistas a cargo del estudio señalan que al reducir los niveles de Neurotrofina P75 los ratones del primer grupo tuvieron un gasto de energía notoriamente más significativo que el segundo grupo, condición que se debe probablemente a que quemaron más grasa.

Bernat Báez-Raja, uno de los investigadores a cargo del estudio, declaró que este nuevo mecanismo molecular para regular el consumo de energía que acaban de descubrir, puede contener las claves para prevenir patologías como la obesidad o el síndrome metabólico.

A partir de estos hallazgos, el siguiente paso de los especialistas será lograr desarrollar fármacos o pequeñas moléculas capaces de regular la Neurotrofina P75, de manera que a futuro se pueda pensar en la posibilidad de diseñar nuevos tratamientos para la obesidad y el síndrome metabólico.

Adelgazar, ¿un riesgo?

Por otro lado, un estudio realizado en la Universidad de Boston y la Universidad de Filadelfia asegura que las personas con obesidad que pierden gran cantidad de peso tienen una tasa de mortalidad más alta que aquellos individuos que mantienen estable su masa corporal, aunque ésta esté por encima de los valores saludables.

Para obtener tal conclusión, este estudio publicado en la revista PNAS, comparó diversos modelos que tienen como función medir el Índice de Masa Corporal (IMC) en relación a la esperanza de vida.

A partir de ello, hallaron que la gran dificultad era que muchos de ellos únicamente consideraban el peso tomado en un único momento de la vida. Limitación que impide conocer detalles como por ejemplo: cuando un individuo había sido obeso pero había perdido peso o cuando se había mantenido siempre en el mismo nivel de masa corporal.

Para contrarrestar esta carencia los investigadores de ambas universidades sumaron el dato del peso máximo de una persona a la única medida de IMC considerada hasta ahora, dato que les permitió conocer cuánto varió su peso en el transcurso de su vida.

Tasa de mortalidad más elevada

Recopilados todos los datos, observaron que las personas que dijeron haber perdido peso tiempo atrás tenían una tasa de mortalidad más elevada. Información que permitió a los investigadores concluir que el riesgo de mortalidad está relacionado con el historial de peso corporal de cada individuo.

Los especialistas a cargo señalan que esta realidad puede deberse a la propia enfermedad, dado que el sobrepeso puede llegar a ocasionar graves enfermedades que conlleven pérdida de peso. Muestra de ello es que un alto porcentaje de los individuos que aseguró haber adelgazado padecían más diabetes o problemas cardiovasculares que quienes mantuvieron el exceso de peso.

Fuente: 100tek.net