Un 10% de las personas con obesidad no tienen ninguno de los principales factores de riesgo cardiovascular asociados normalmente a esta patología.
Como todos los médicos y nutricionistas llevan afirmando desde hace tiempo, la obesidad es una enfermedad que suele asociarse a una serie de problemas de salud, desde la elevación de la presión arterial, pasando por un aumento de los niveles de colesterol y azúcar en sangre, hasta problemas respiratorios y cardíacos.
Sin embargo, diversos estudios han coincidido en que unos pocos «privilegiados» son obesos pero completamente sanos, es decir, no tienen asociado ningún factor de riesgo cardiovascular conocido. Ahora, un estudio llevado a cabo por los investigadores del Kaiser Permanente Center for Health Research (Portland, Estados Unidos), y publicado en la revista Preventing Chronic Disease, ha analizado datos de 1,3 millones de adultos con sobrepeso u obesidad de EEUU para comprobar si realmente existen estos «privilegiados».
Los obesos sanos exiten, a medias
En el estudio se analizó si cualquiera de los participantes sufría alguno de los cuatro factores de riesgo más comunes para acabar sufriendo enfermedades del corazón o diabetes: tensión arterial elevada, niveles elevados de grasa en sangre, niveles bajos de colesterol «bueno» en sangre o azúcar elevado en sangre.
Entre todos los obesos estudiados, se detectó hasta un 10% de ellos sin ninguno de estos cuatro factores, aunque no estaba claro cómo era posible que sufriesen obesidad y, a la vez, hubiesen evitado estos problemas tan comunes. Además, el 18% de los individuos con «sobrepeso» y hasta el 6% de aquellos con «obesidad mórbida» no sufrían tampoco ninguno de estos factores de riesgo.
Cabe destacar que recientes estudios han llegado a la conclusión de que el sobrepeso, que se diagnostica cuando la persona tiene un índice de masa corporal (IMC, una cifra que se obtiene al dividir el peso en kilos entre el cuadrado de la altura en metros) superior a 25 pero menor que 30 podría ser incluso más saludable que estar en un «peso ideal», aunque esto no extrapolable a la obesidad.
Los otros problemas de los «obesos sanos»
A pesar de que este pequeño grupo de «obesos sanos» sea real, los investigadores sugieren que es una verdad a medias, ya que la obesidad también se ha ligado a otros problemas no analizados en el estudio como el aumento de riesgo de sufrir cáncer, problemas articulares, enfermedades renales e incluso problemas de memoria.
Asimismo, los investigadores aseguran que este pequeño grupo de obesos sanos todavía siguen teniendo más riesgo que los individuos no obesos para sufrir diabetes tipo 2.
Eso significaría que, aún así, la pérdida de peso debe ser el objetivo frente a la obesidad tanto si se sufren factores de riesgo cardiovasculares o no, pues en un futuro podrían desarrollarse igualmente.
Finalmente, según los investigadores, si a pesar de sufrir obesidad se lleva una dieta saludable y ejercicio físico se podrían prevenir los factores de riesgo. Por otra parte, la distribución de la grasa corporal de cada persona tendría cierto efecto en el aumento (o disminución) de riesgo cardiovascular, siendo la grasa abdominal aquella que más aumenta el riesgo.
De todas formas, serán necesarios más estudios para descubrir si realmente estos «obesos sanos» lo siguen siendo a lo largo del tiempo, o incluso toda la vida.
Fuente: elespanol.com