Un estudio identifica un grupo de células del sistema inmunológico que desempeña un papel fundamental en la enfermedad metabólica
Además de un estilo de vida saludable y haber tenido la suerte de ser portador de buenos genes, los expertos aseguran ahora que para evitar la obesidad o el sobrepeso conviene tener en cuenta ciertos aspectos de nuestro sistema inmune que pueden tener un papel tan importante como los otros dos factores ya conocidos.
Los investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel) afirman que carecer de un tipo determinado de célula inmune puede ser fatal. En un estudio en ratones que se publica en «Immunity», han visto que aquellos animales que carecían de un tipo particular de célula inmune engordaban y desarrollaban enfermedades metabólicas a pesar de llevar una dieta saludable.
Cada vez hay más interés sobre la relación entre el metabolismo y el sistema inmune. Algunos estudios previos han visto que ciertas células inmunológicas ayudan a controlar la liberación o el almacenamiento de la energía del tejido graso. En concreto, las células de grasa producen diversas moléculas inflamatorias que pueden alterar el equilibrio establecido de un sistema inmune normal. Por ello, algunos expertos consideran la obesidad como una enfermedades autoinmunes o un trastorno inflamatorio.
Molécula tóxica
En la investigación que ha coordinado Yair Reisner se desvela que los ratones que carecían de ciertas células inmunes dendríticas encargada de liberar una molécula tóxica llamada perforina experimentaban un incremento significativo de peso característico del síndrome metabólico.
Los investigadores observaron que los animales tenían un grupo alterado de células T inmunes que residen en su tejido graso que cuando se inactivaban en los ratones que carecían de las células dendríticas que expresan perforina prevenía el aumento de peso o el desarrollo de alteraciones metabólicas. Además, añade Reisner, los ratones que carecen de estas células dendríticas reguladoras fueron eran más propensos a desarrollar otra forma de autoinmunidad con síntomas similares a la que se observa en esclerosis múltiple.
Estas observaciones sugieren que una de las funciones de las células dendríticas que expresan perforina es eliminar las células T potencialmente autoinmunes, y al hacerlo, disminuir la inflamación. Así, aunque la conexión entre las células de grasa y la inflamación ya se ha demostrado en ratones alimentados con una dieta alta en grasas, esta es la primera vez que se confirma la conexión en animales con una dieta regular, simplemente mediante la eliminación de las células dendríticas que expresan perforina.
Los hallazgos sugieren que estas células dendríticas son críticas para la protección contra el síndrome metabólico y la autoinmunidad. Sin embargo, reconoce el investigador, resulta difícil predecir cómo esto podría afectar la atención al paciente, «pero en un principio debemos tratar de encontrar si la ausencia de esta rara subpoblación de células se asocia con la obesidad o el síndrome metabólico».
Fuente: masliviano.cl