En este momento estás viendo La obesidad es también un problema de salud mental

La obesidad es también un problema de salud mental

Pocas enfermedades crónicas han avanzado en forma tan alarmante en la mayoría de los países durante las últimas décadas como la obesidad, con nefastas consecuencias físicas, psíquicas y sociales que deterioran enormemente la calidad de vida de los pacientes obesos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por aumento de la grasa corporal, asociada a mayor riesgo para el bienestar y de difícil tratamiento. Su etiología es multifactorial, implica factores genéticos, ambientales y endocrino-metabólicos.

La obesidad o exceso de peso es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de muchas enfermedades crónicas, como enfermedades respiratorias y cardiacas, la diabetes mellitus, la hipertensión, algunos tipos de cáncer, osteoartritis, así como la muerte prematura.

Alimentación inadecuada y vida sedentaria

La causa subyacente es un balance energético positivo (cuando las calorías consumidas exceden las calorías que se gastan), lo que tiene como consecuencia el aumento de peso corporal.

Resulta válido apuntar que la oferta excesiva y creciente de alimentos de alto contenido calórico, el aumento de grasas y de azúcares refinados en la dieta y la disminución de la actividad física contribuyen al aumento vertiginoso de este problema.

¿Se trata de una adicción?

Si bien las causas de la obesidad son muy diversas, el consumo excesivo de alimentos representa un factor fundamental. Cuando el consumo se torna compulsivo y descontrolado, a menudo se lo considera una “adicción alimentaria”; este concepto, sin embargo, ha motivado mucho debate, tanto en términos clínicos como científicos.

La adicción a los alimentos, incluso en ausencia de consecuencias desfavorables, sociales y sobre la salud, parece reflejar el patrón adictivo a ciertos componentes de la dieta y es similar al comportamiento adictivo para otras sustancias.

Debido a que los síntomas vinculados con la adicción a los alimentos son similares a los definidos para el abuso de sustancias y la dependencia, algunos especialistas opinan que debería considerarse una enfermedad adictiva.

Pandemia que crece y estigma que aumenta

Llama la atención que mientras la pandemia de obesidad sigue creciendo, también parece haberse globalizado el estigma de la gordura. Así lo demuestra un estudio de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social de la Universidad de Arizona (EE.UU.), que analizó encuestas en 10 países muy diferentes.

El trabajo liderado por la antropóloga Alexandra Brewis recuerda que, en Occidente la delgadez es asociada con salud, belleza, inteligencia, juventud, riqueza, fuerza de voluntad, gracia y bondad. La gordura y la obesidad, en cambio, son vinculadas con fealdad, asexualidad, indeseabilidad, y también defectos morales, como falta de voluntad, irresponsabilidad social, ineptitud y holgazanería.

Obesidad y trastornos mentales

Varios estudios y artículos científicos han asociado la obesidad con factores neurológicos, psicológicos y mentales.

La relación entre la obesidad y los trastornos de salud mental es complicada. Algunos investigadores indican que la obesidad puede conllevar a trastornos de salud mental, mientras que otros señalan que las personas con tales trastornos son más propensas a la obesidad.

Los primeros enfatizan que la obesidad puede tener un impacto directo sobre el bienestar psicológico, y puede conllevar a la depresión, trastornos alimentarios, distorsión de la imagen corporal y baja autoestima. Los segundos han reportado que los trastornos de salud mental pueden conllevar a un estilo de vida poco saludable y al aumento del apetito, con el consecuente aumento de peso.

Epidemia comercial

Sebastián Laspiur, consultor sobre Enfermedades no Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió que hay un incremento acelerado de la obesidad con todas las consecuencias que esto implica desde lo metabólico, pero también desde lo psicológico y social. El especialista afirmó que «el origen causal de la obesidad es el consumo de productos ultraprocesados».

«Es por esta causa que se habla de que la obesidad es una ‘epidemia comercial’; hay influencias muy claras del mercado para el consumo de productos ricos en azúcar, grasas, sal, que son muy adictivos, pero que tienen mucha rentabilidad».

Afortunadamente este mal se puede prevenir en gran medida si se introducen cambios adecuados en el estilo de vida.

Fuente: radioangulo.cu